Thursday, October 26, 2006

EL CAMINO... MI CAMINO



Prosigo mi camino. Mi propio camino. Anduve durante un tiempo por un camino secundario, compartiendo piedras, polvo y kilómetros con otro viajero pero, al final, el camino me llamaba. Intenté no hacerle caso, dejar que ese nuevo camino, en compañía de ese viajero, me llevara a donde quisiera esperando, en todo momento, que el lugar a donde llegara fuese de mi agrado. Pero no fue así. La distancia recorrida no fue gran cosa. Las piedras del camino me hacían añorar el mío y la compañía, aunque agradable, no me bastaba. La soledad, el recogimiento, las piedras bien conocidas y por conocer, los paisajes de mi camino hacían que añorara demasiado volver a su lado.

Ahora he cogido una salida hacia la RR-40. Ya estoy llegando a la incorporación. Acomodo mi mochila, donde demasiados recuerdos almaceno y que he podido empacar a duras penas. Algunos se siguen clavando en mi espalda. Otros pesan demasiado un día para luego convertirse en etéreos al siguiente. Y unos pocos, selectos, están plantados en mi mente como si de un pino centenario se tratara.

Bienvenida soledad, piedras, polvo… Por fin he llegado de nuevo a vosotros. Respiro hondo para recoger todos los matices del hábitat que tan bien conozco. Recojo un poco de la arena con la que está asfaltado y me regocijo con su tacto. Agarro con fuerza el bastón de mi conciencia, acomodo la mochila de mis recuerdos, afirmo las botas de mi alma y doy el primer paso. No cuesta nada, nada en absoluto. Un paso lleva al siguiente. Ya he recorrido otras veces este camino. Ya he recorrido tres metros.

Levanto la mirada y miro al horizonte. Mi camino tuerce a la izquierda. Quizá me cruce con algún otro. Quizá recorra un nuevo sendero. Pero al final, siempre, irremediablemente, volveré a mi camino. Porque, caminante no hay camino. Se hace camino al andar y yo ando por el mío intentando no mirar atrás.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home