Monday, November 27, 2006

CASQUITO AZUL


Erase una vez dos países (A y H) que eran aliados, trabajaban juntos y mantenían relaciones comerciales de forma amistosa. Los dos, posiblemente, con el mismo poderío en su zona geográfica, grandes a su manera pero pequeños en comparación con otros países mucho más lejanos y con la vitola de ultrapoderosos. Estos países, como decía, eran aliados, amigos, compañeros hasta que un día se cruzó en su vida un recurso natural escaso en la zona.


En un primer momento el recurso apareció en mayor cantidad dentro de las fronteras de A siendo disfrutado por este durante muchos años. El país H se alegró de que su vecino estuviera disfrutando de él y prosiguieron, durante este tiempo, con sus relaciones diplomáticas, comerciales y de colaboración. Pero un día el recurso empezó a escasear. Se fue retirando hacia algún lugar dejando a A sin la posibilidad disfrutar de él. Tanto fue así que, al final, desapareció. Pero no del todo, ya que resultó ser un recurso caprichoso, con personalidad propia que parecía fluir, de forma aleatoria hacia A, unas veces, hacia H otras o hacia ninguno de los dos. A, en su desesperación y añorando el recurso, empezó a sospechar que H le estaba robando el recurso que tantos años había disfrutado y al que había amado. Recibió mensajes que aseguraban haber visto cómo H estaba haciendo uso del recurso, casi todos provenientes de la Prensa Amarilla. Empezó a desconfiar, resintiendose las relaciones entre ambos países. A nunca le preguntó a H si había empezado a explotar el recurso natural ya que se sabía, en su fuero interno, que así había sido. A pesar de arriesgarse a estar equivocado.


Las relaciones entre ambos países llegaron a un punto en el que se vio la necesidad de intermediar entre ambos para llegar a la paz. Es aquí donde entra la intervención del Casquito Azul LB que comenzó a mediar entre ambos países. Sobre todo con el país A que parecía el más afectado por la crisis internacional. El Casquito Azul LB preguntó a H si era verdad que estaba haciendo uso del recurso. El diplomático de H aseguró no estar en esa situación. El Casquito, entonces, se centró en dialogar con la representación diplomática de A que aseguraba por encima de todo que era evidente que H, su antiguo aliado, estaba haciendo uso del recurso a sus espaldas y sin habérselo comunicado. El Casquito Azul conminó a A que enviara una delegación diplomática al país H para que preguntara, de forma directa, si era verdad que realizaban dicho uso y así salir de dudas. El diplomático de A se negó en redondo ya que era innecesario el esfuerzo ante el peso de las evidencias y las informaciones recibidas por los espías ocasionales y las noticias recibidas. El Casquito Azul LB intentó que A consultara a H por este hecho recibiendo, siempre, la negativa del país a rebajarse a ese acto.


Llegó un punto en que el Casquito Azul LB dio la batalla por perdida. Dejó de hacer esfuerzos para conseguir la reconciliación entre ambos países y dejó las cosas como estaban para que siguieran el curso que el destino les tuviera previsto. LB se retiró a su base pensando para sí mismo en lo idiota que era por meterse en medio de una crisis como esa sin que le hubieran requerido para ello.


Y es que hay una verdad como un templo: los Casquitos Azules están para meterse donde no les llaman con las mejores intenciones arriesgándose a salir escaldados.

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