Friday, October 27, 2006

UNA CANCION, UN RECUERDO DE NIÑEZ

Un niño, en un 124 parado en una calle de Benidorm. El olor a "pescaíto" frito en el aire y la sensación de que nunca pasará aquella gloriosa época (qué equivocado estaba). En la radio del coche sonando esta canción:

Johnny's always running around
Trying to find certainty
He needs all the world to confirm
That he ain't lonely
Mary counts the walls
Knows he tires easily

Johnny thinks the world would be right
If it would buy truth from him
Mary says he changes his mind
More than a woman
But she made her bed
Even when the chance was slim

Johnny says he's willing to learn
When he decides he's a fool
Johnny says he'll live anywhere
When he earns time to
Mary combs her hair
Says she should be used to it

Mary always hedges her bets
She never knows what to think
She says that he still acts like he's
Being discovered
Scared that he'll get caught
Without a second thought

Johnny feels he's wasting his breath
Trying to talk sense to her
Mary says he's lacking a real
Sense of proportion
So she combs her hair
Knows he tires easily

Johnny's always running around
Trying to find certainty
He needs all the world to confirm
That he ain't lonely
Mary counts the walls
Says she should be used to it


JOHN AND MARY.- ROBERT PALMER

Thursday, October 26, 2006

EL CAMINO... MI CAMINO



Prosigo mi camino. Mi propio camino. Anduve durante un tiempo por un camino secundario, compartiendo piedras, polvo y kilómetros con otro viajero pero, al final, el camino me llamaba. Intenté no hacerle caso, dejar que ese nuevo camino, en compañía de ese viajero, me llevara a donde quisiera esperando, en todo momento, que el lugar a donde llegara fuese de mi agrado. Pero no fue así. La distancia recorrida no fue gran cosa. Las piedras del camino me hacían añorar el mío y la compañía, aunque agradable, no me bastaba. La soledad, el recogimiento, las piedras bien conocidas y por conocer, los paisajes de mi camino hacían que añorara demasiado volver a su lado.

Ahora he cogido una salida hacia la RR-40. Ya estoy llegando a la incorporación. Acomodo mi mochila, donde demasiados recuerdos almaceno y que he podido empacar a duras penas. Algunos se siguen clavando en mi espalda. Otros pesan demasiado un día para luego convertirse en etéreos al siguiente. Y unos pocos, selectos, están plantados en mi mente como si de un pino centenario se tratara.

Bienvenida soledad, piedras, polvo… Por fin he llegado de nuevo a vosotros. Respiro hondo para recoger todos los matices del hábitat que tan bien conozco. Recojo un poco de la arena con la que está asfaltado y me regocijo con su tacto. Agarro con fuerza el bastón de mi conciencia, acomodo la mochila de mis recuerdos, afirmo las botas de mi alma y doy el primer paso. No cuesta nada, nada en absoluto. Un paso lleva al siguiente. Ya he recorrido otras veces este camino. Ya he recorrido tres metros.

Levanto la mirada y miro al horizonte. Mi camino tuerce a la izquierda. Quizá me cruce con algún otro. Quizá recorra un nuevo sendero. Pero al final, siempre, irremediablemente, volveré a mi camino. Porque, caminante no hay camino. Se hace camino al andar y yo ando por el mío intentando no mirar atrás.

Sunday, October 22, 2006

MEME LÍRICO-ABSURDO-POSTETÍLICO

Cuando la inspiración sale por la ventana una forma de creación es adoptar las ideas de otros. Y este ha sido el caso, este meme lírico que no es otra cosa que contestar a una serie de preguntas utilizando como respuesta los títulos de las canciones de un grupo o artista en particular. Yo he elegido, para la ocasión, Iron Maiden.

- Eres hombre o mujer?: Genghis Khan
- Descríbete: Prodigal Son
- ¿Qué sienten las personas acerca de ti?: Afraid to shoot strangers
- ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental?: Wasting Love
- Describe tu actual relación con tu novio(a) o pretendiente: Running Free
- ¿Dónde quisieras estar ahora?: Where Eagles Dare
- ¿Cómo eres respecto al amor?: The evil that men Do
- ¿Cómo es tu vida?: The Nomad
- ¿Qué pedirías si tuvieras un solo deseo?: Run to the hills
- Escribe una cita o frase sabia: Cómo estais amigos
- Ahora despídete: Be Quick or be Dead

Thursday, October 19, 2006

TALLY-HO!!


La sirena rompe la tensa quietud en el campo de aviación. Aquel que estaba, hace un instante, tumbado en la hierba con la gorra tapándole los ojos está, ahora, corriendo como alma que lleva el diablo hacia su caza. Todos corremos al unísono. Los operarios ya nos están esperando cerca del avión con la mochila del paracaídas en las manos. No hay tiempo para abrocharlo. Me meto en la cabina y hago de forma rápida e instintiva el protocolo de comprobación de los sistemas antes del despegue. Todo está bien. Enciendo el motor. El operario quita las cuñas de las ruedas y el líder da la orden de despegar.

Un parpadeo, un fugaz fundido a negro y ya estoy en el aire, en medio de un mar de nubes. Alrededor puedo observar al resto del escuadrón siguiendo al líder. El radar indicaba que la incursión entraría por aquí. Bombarderos y cazas de escolta. Un centelleo a mi izquierda. Podría ser… ¡Lo es!. Por la radio le doy el aviso al líder de escuadrón. Los hunos se encuentran a nuestras tres, abajo. El líder distribuye las escuadras entre los aviones de escolta y los bombarderos. Tiro de la palanca y los mandos de mi Spitfire responden al instante. Noto cómo las fuerzas de la gravedad actúan sobre mi cuerpo. Con una breve plegaria me abalanzo hacia mi objetivo. Un Junkers Ju 88. Cuando el bombardero enemigo llena mi visor presiono el botón y noto el tableteo de las ametralladoras. Las trazadoras impactan en el fuselaje del avión. El motor izquierdo comienza a echar humo y puedo observar fugazmente impactos en la parte de la cabina antes de pasar a su lado y romper hacia la izquierda para esquivar el fuego de las ametralladoras defensivas. Por el rabillo del ojo puedo ver cómo el enemigo se escora hacia el ala dañada y comienza a caer hacia tierra. Un paracaídas, que me recuerda a un champiñón aéreo, se abre poco después.

Otro parpadeo y me encuentro esquivando los disparos de un Bf-109 que está a mi cola. Maniobro mi avión para no ofrecer un blanco fácil a mi enemigo. Con un giro violento hacia mi izquierda consigo hacerle perder el objetivo. Otro giro y ya me encuentro a su cola. Ahora soy yo el cazador y él la presa. Intenta escapar haciendo giros bruscos pero yo esto detrás suyo como pegado a él con cola. No disparo, he de asegurar el tiro… El caza enemigo llena mi visor… ¡Ahora!. Presiono el botón de disparo, el traqueteo de las ametralladoras disparando su carga mortal, los impactos que recorren el fuselaje hacen saltar pedazos de su estructura. El caza enemigo desaparece dentro de una bola de fuego al estallar su depósito de combustible. Mala suerte para él. Quizá me toque mañana.

Otro parpadeo y estoy saliendo de la ducha. Me miro al espejo y me termino de asear. Todavía puedo oler esa mezcla de combustible, pólvora y cuero del avión. Termino de vestirme, cojo la mochila, las llaves del coche y me encamino al trabajo… Otro día más.

Tuesday, October 17, 2006

ALONE AGAIN, NATURALLY



In a little while from now
If I’m not feeling any less sour
I promise myself to treat myself
And visit a nearby tower
And climbing to the top will throw myself off
In an effort to make it clear to who
Ever what it’s like when you’re shattered
Left standing in the lurch at a church
Where people saying: "My God, that’s tough
She's stood him up"
No point in us remaining
We may as well go home
As I did on my own
Alone again, naturally

To think that only yesterday
I was cheerful, bright and gay
Looking forward to well wouldn’t do
The role I was about to play
But as if to knock me down
Reality came around
And without so much, as a mere touch
Cut me into little pieces
Leaving me to doubt
Talk about God and His mercy
Or if He really does exist
Why did He desert me in my hour of need
I truly am indeed Alone again, naturally

It seems to me that there are more hearts
broken in the world that can’t be mended
Left unattended
What do we do? What do we do?

Alone again, naturally
Now looking back over the years
And whatever else that appears
I remember I cried when my father died
Never wishing to hide the tears
And at sixty-five years old
My mother, God rest her soul,
Couldn’t understand why the only man
She had ever loved had been taken
Leaving her to start with a heart so badly broken
Despite encouragement from me
No words were ever spoken
And when she passed away
I cried and cried all day
Alone again, naturally
Alone again, naturally

Thursday, October 05, 2006

¡BATALLA!



El frío viento azota las zonas de mi rostro que no están cubiertas por el casco. Mis manos, enfundadas, agarran con fuerza el pomo de mi espada. Si me concentro puedo, perfectamente, notar las anillas de mi armadura sobre el lino de mi camisa. Ante mi, desde mi promontorio, puedo contemplar en su totalidad la llanura donde el ejército enemigo permanece formado. Hileras e hileras de seres humanoides provistos de toda suerte de armas, desde espadas hasta mazas de rudimentaria manufactura. Seres que han tenido la osadía de entrar en el reino de mi señor matando, saqueando y mancillando estas benditas tierras. A mi lado, esperando pacientemente, se encuentra mi ejército. Hombres leales a su rey y a mi, su general. Confiados en que les lleve a la victoria en este día. Esperando a que de la señal para hacer pagar a nuestros enemigos todas las fechorías que han hecho en nuestro reino. Los cuervos vuelan en círculos esperando, pacientemente, a que termine la carnicería y llenar sus buches de la carne de los caídos.

Un cuerno suena en las filas enemigas. Un rugido recorre la línea cuando pesados pies embutidos en botas metálicas se mueven al unísono en nuestra dirección. Al cabo de un momento puedo distinguir, claramente, las figuras que componen la línea frontal. Localizo a mi adversario. El general enemigo. Un enorme ser musculoso y armado de una gran hacha de doble filo. Bien, bien. Veo que hoy me ejercitaré de lo lindo en el arte de la guerra. No hagamos esperar a nuestros enemigos. Evitemos que se cansen en demasía con la caminata. Con un profundo grito levanto mi espada y empiezo a andar hacia las filas enemigas seguido del resto del ejército. Aumento el paso según la distancia disminuye. Has mi ya llega el hediondo olor que emanan esas criaturas. La distancia es de menos de cincuenta metros. Ya estoy corriendo. Sin tener que mirar hacia atrás se que mi ejército me sigue a la carrera. Veinte metros. Levanto mi espada un momento antes de llegar a la altura del orco más cercano. Su cabeza sale volando con una expresión en su cara de sorpresa.

Ya ha comenzado la batalla. El sonido del metal chocando contra el metal engulle cualquier otro sonido. Mi espada no tarda en teñirse con la sangre de mis enemigos. ¿Dónde está? ¿Dónde se encuentra mi adversario? Recorro la batalla con la mirada en busca del general enemigo. Allí está, rodeado de media docena de hombres que no son capaces de acabar con él. Su hacha cae implacable. Me abro paso hacia él acabando con todo aquel que se me interpone. Para cuando llego a su altura ya ha dado cuenta de sus adversarios. Cuerpos mutilados yacen a sus pies. Nuestras miradas se encuentran y comienza el baile mortal. Nuestras armas se cruzan, las chispas saltan cuando las hojas chocan. La fuerza bruta de mi enemigo empieza a ganar ventaja. Tropiezo con el cuerpo de un caído y a duras penas consigo esquivar el ataque dirigido hacia mi cabeza. He de esperar el momento oportuno, encontrar un hueco en su guardia donde meter la punta de mi espada… Ahí está. Con un movimiento más rápido que el rayo clavo la punta de mi espada en la axila de mi adversario. Un rugido sale de su boca. Con el siguiente golpe arranco el hacha de sus manos y su cuerpo cae por tierra cuando mi bota impacta en su pecho. ¡Ya eres mío! Levanto mi espada para acabar con la vida de mi enemigo y, rezo a los dioses, acabar con la batalla que ruge alrededor. Grito de rabia y triunfo cuando mi espada desciende sobre la cabeza de mi enemigo…

-¡Rober!.

¡Maldición! Mi hoja se detiene a escasos centímetros de la cara de mi enemigo. Me vuelvo hacia la voz. ¿Quién me ha llamado? En ese momento mi enemigo aprovecha para incorporarse.

-¡Rober, hijo! ¡A comer!.

La cara de mi enemigo desaparece, el campo de batalla se desvanece. Todo deja de existir para dar paso a una habitación bien conocida. Mi enemigo ha escapado.

-¡Voy, mamá!

Antes de salir de la habitación me vuelvo y puedo ver la cara de mi enemigo sonriendo. Espera que, después de comer, terminaremos nuestra lucha y, juro por los dioses, que seré el vencedor.

-¡ Rober, a comer! ¡No te lo repito más!
-¡Voy, voy!

...


Te echo tanto de menos. ¿Por qué te tuviste que marchar? ¿Por qué te fuiste sin decirme nada, sin darme una oportunidad de decirte lo que sentía? Y todo por mi culpa. ¡Dios cómo me odio! ¡Todo fue por mi maldita culpa!. Veinte años juntos y nunca llegué a decirte lo que realmente sentía. No tuve la necesidad de decirte cuánto te quiero, que cada noche, en la cama, rezaba para que al día siguiente estuvieras a mi lado, que eras mi bastón, mi linterna, mi guía en este maldito mundo de oscuridad. Nunca te lo dije. Ahora sólo puedo hacerlo frente a tu foto. Tan sólo puedo lamentarme de no haber sentido esta necesidad de decírtelo como la tengo ahora.

Hace un mes que desapareciste de mi vida. Un mes que tuvimos el accidente. Treinta días desde que me empeñé en conducir sin estar en condiciones. Un mes en el que la vida se me ha convertido en un infierno insoportable. Todo me recuerda a ti. Todo me recuerda que fue por mi culpa. No aguanto más estar sin ti, no aguanto más esta agonía. Este morir en vida, este sentimiento de desamparo. Me siento como un niño perdido en un centro comercial deseando volver con su madre pero que sabe que nunca volverá.

Acaricio, distraídamente, con la punta de mis dedos el brillante metal que hay encima de mi cama mientras con la otra mano sujeto tu foto, llena de mis lágrimas. ¿Sabes? Quiero estar junto a ti. En esta vida o en la otra, me da igual, pero quiero estar junto a ti. Lentamente agarro la culata, su peso me desconcierta. Mis ojos se apartan por un momento de tu cara para recorrer su frialdad azulada. Sólo un segundo ya que no puedo dejar de mirarte, tesoro. Con lágrimas en los ojos apunto a donde debería estar mi cerebro, centro de la razón, la lógica que, de haber funcionado, no habría permitido que cogiera el coche en ese estado, que habría evitado que tú hubieras desaparecido de mi vida. Ya voy, tesoro. En un momento estaré junto a ti. Por fin ya no estaré solo en este infierno en la tierra que es estar sin ti.

Un clic, un fogonazo y todo acabó. Un túnel, una luz. ¡Quiero ir a la luz! ¡Quiero llegar a ti! Una voz suena en mi pensamiento: “no hay cabida en el reino de los cielos para aquellos que, cometiendo pecado mortal, acaban con su vida de forma voluntaria. No hay sitio entre los elegidos para aquellos que se suicidan. No hay paraíso para ti. No hay perdón, misericordia. No hay salvación”.

Tuesday, October 03, 2006

TU GRITAS, YO GRITO, TODOS GRITAMOS: ¡HELADOS!



“Señor Kincaid, ¿Tiene algo que decir antes de que le tapen con el saco?

“Tú gritas, yo grito, todos gritamos: ¡helados!”.


Hoy ha sido ejecutada la pena de muerte sentenciada por el juez sobre Billy Kincaid, famoso por haber cometido el asesinato de diez niños en el condado de Westchester durante el año 1999. Kincaid se hacía pasar por vendedor de helados, señuelo con el que atraía a sus víctimas que, tras narcotizarlas, las llevaba a su casa donde las sometía a distintas torturas...